viernes, 19 de noviembre de 2010

Metodo analitico para la determinacion de las escalas

Una escala es considerada como una “graduación empleada en diversos instrumentos para medir una magnitud”, Diccionario Encarta, 2008, estas son ampliamente utilizadas por las ciencias sociales para conocer diversos estados del saber, permitiendo organizar su estructura para evaluarlos posteriormente. Las escalas se pueden subdividir en cualitativas y cuantitativas. Las escalas cualitativas se describen como escalas nominales y escalas ordinales o de rango (Colectivo de Autores, 1987). La escala cualitativa ordinal, caso que compete, agrupa a los individuos en categorías ordenadas para establecer comparaciones que permiten un análisis ulterior, conociendo si los individuos estudiados presentan una determinada cualidad o característica.
    La obtención de una escala evaluativa depende de dos condiciones, que sea exhaustiva, y que cuente con clases mutuamente excluyentes (Colectivo de Autores, 1987), lo que implica un índice superior de validez al instrumento utilizado, condicionando un índice de veracidad estadística que provoca exactitud en las estimaciones (Cintra, 1989) para posteriormente utilizarla como una medida descriptiva confiable de una población determinada.
    Las escalas de evaluación pueden ser conformadas por distintas medidas de tendencia central, tales como la media aritmética, la moda y la mediana, todas ellas consideradas como medidas estadísticas de posición.
    Una medida de posición es un valor que permite establecer la ubicación de los datos a partir de una distribución de frecuencias (Bouza y Sistachs, 2002). Las medidas de tendencia central permiten agrupar conjuntos de datos determinados, proporcionando un valor simple y representativo que resume un gran volumen de información. Este valor tiende a ubicarse en el centro del conjunto, variando en dependencia de la medida o estadígrafo descriptivo usado (Colectivo de Autores, 1987; Bouza y Sistachs, 2002). Los percentiles como medidas de tendencia central, permiten dividir un conjunto de datos estadísticos de forma tal que un porcentaje de los datos ordenados sea inferior a dicho valor (Egaña, 2003; Miller y col, 2005; Diccionario Encarta, 2008), permitiendo conocer el grado de influencia que ejercen ciertos estados de las cosas que, al no ser medidas estadísticamente y por medio de la razón, resultan poco obvias.
    Las escalas que evalúan el desempeño de jugadores y equipos, son componentes utilizados generalmente en el proceso de dirección del entrenamiento deportivo, y específicamente son utilizadas en la concreción de los distintos ejercicios que deben resolver las insuficiencias detectadas derivadas de diversos factores, por lo cual, son engranajes específicos del control del rendimiento, complemento fundamental del proceso de dirección.
    Las escalas de valores utilizados en esta primera parte, posibilitan describir el desempeño individual de jugadores nacionales e internacionales que han participado en competiciones desarrolladas en Cuba, las cuales son descritas en las tablas Uno y Tres, incluyendo solamente los fundamentos técnico-tácticos ofensivos. La necesidad de estas escalas se enmarca en el trabajo del Sistema Nacional de Información Estadística del Voleibol Cubano (Suárez y Calero, 2007), aspecto que permite organizar la información para su posterior análisis.
    De los seis fundamentos técnico-tácticos fundamentales del Voleibol, solo tres son considerados como ofensivos. La ofensiva según el diccionario Cervantes es considerada como un “Acto de atacar al enemigo….Iniciativa que tiene por objeto hacer retroceder al adversario (Diccionario Cervantes, 2008).
    El Ataque o Remate, técnica considerada de suma importancia para el éxito de un partido (Beal, 1990; Sawulla, 1990; Toyoda, 1991) es generalmente la acción principal y última de todo proceso ofensivo, siendo su objetivo fundamental obtener puntos (Calero, 2009a).
    El Bloqueo, segundo fundamento técnico-táctico estudiado, cumple una doble función: defensivo y ofensivo (Rubalcaba, 1997) y es uno de los que más dificultad presenta en su ejecución exitosa (Simov, 1981; Neville, 1994; Platonov, 1998). En el presente trabajo se considerará su función ofensiva como fundamental para ordenar mejor los datos, aunque en términos generales la técnica posee mayormente una capacidad de contención del Ataque oponente, disminuyendo el nivel de la ofensiva contraria; por lo cual su orientación principal es defender e ir a la contraofensiva.
    El Saque o Servicio, tercer fundamento ofensivo, según Gerbrands y Murphy (1995) posee tres objetivos generales: anotar un punto, limitar las posibilidades del contrario y tomar ventaja con el Bloqueo propio y la Defensa de campo. Los estudios realizados por diversos autores concuerdan con la idea de que su objetivo fundamental es desestabilizar e imposibilitar el éxito del Recibo y por ende desestabilizar las direcciones ofensivas del oponente
    Los fundamentos ofensivos del Voleibol poseen una marcada importancia en la victoria, dado que el éxito en la ofensiva en este deporte supera ampliamente a la capacidad defensiva de los equipos.

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